El tramo final de liga española de fútbol promete ser interesante: Los tres primeros Barcelona, Sevilla y Real Madrid en una horquilla de solo dos puntos y los dos siguientes, Zaragoza y Valencia a solo seis de distancia del líder. Eso cuando faltan nueve jornadas, o sea, 27 puntos por disputarse por cada equipo. Puede pasar de todo.
El Madrid, ha hecho una mala temporada a juicio de sus seguidores que han despedido al equipo con silbidos en multitudde partidos y Capello, su entrenador, ha sufrido las críticas más duras de aficionados y periodistas (excepto sus panegiristas particulares, caso de Roberto Gómez, supuesto periodista, comensal habitual de restaurantes de lujo donde contacta y hace relaciones con futbolistas, entrenadores,... a los que luego defiende a muerte con o sin razones deportivas para ello). Sin embargo ahora el equipo merengue tiene opciones reales de ganar el campeonato.
Y eso ha hecho que algunos (Calderón, Mijatovic, el propio Capello...) saquen pecho. "Vamos a ganar luego lo estamos haciendo bien". Incluso se oyen cosas cómo "No jugamos bonito pero... ¿para qué sirve jugar bonito?".
Para empezar ¿está mal el Madrid? A ver, se supone que un equipo campeón de liga debe ser regular y tener números de campeón. Y el Madrid no los tiene. Por ejemplo: lleva casi tantos partidos no ganados (13) como ganados (16). Sus cifras goleadoras son ridículas, 41 goles en 29 partidos. Y eso que goleó a dos recién ascendidos. Lleva los mismos que el modesto Recre que está en mitad de la clasificación y menos que el Zaragoza que está detrás. Y 19 menos que el líder, el Barça. Sus resultados en el Bernabéu son los peores de su historia, jamás había cedido tantos puntos en casa. Jamás en 105 años.
Lo compensa en parte con buenos resultados fuera, donde se encierra en el área como un equipo vulgar (o italiano) y se aprovecha exclusivamente de los errores ajenos para marcar un miserable gol y luego defender con uñas y dientes esa mínima ventaja. Incluso ante rivales muy débiles.
El Madrid no sabe jugar al ataque. Por eso en casa, donde son los rivales los que a veces se echan atrás, tiene tantísimos problemas para ganar. Una prueba: el Real Madrid ha ido perdiendo este año en partidos oficiales en doce ocasiones. Pues bien, de las doce veces... en ninguna de ellas consiguió ganar y solo en dos empatar. Si se ve obligado a atacar es un desastre de equipo.
De la Copa de Europa lo echó el peor Bayern Muhich de la historia y de la Copa del Rey un Betis que jugó con los suplentes para reservar a sus titulares para la liga, donde está peleando por evitar el descenso. Impresionante ¿no?
Y la calidad del juego... Yo he visto y oído este año a tres jóvenes socios informáticos de profesión, pasarse un partido en el Bernabéu charlando de sus cosas, de si tal o cual aplicación informática es mejor o peor. O a otro socio leyendo el periódico mientras el Madrid jugaba (o lo que fuese) en el campo. Jamás había visto cosa igual. El comentario que más se oye no es ya de rabio o enfado sino de hastío y el término más usado es "insoportable" para describir lo que se ve. Lo malo no es perder en casa, lo malo es que encima no hay quien lo aguante. En definitiva: una temporada para sacar pecho.
¿Y cómo es que está tercero si juega tan mal? ¿No será una visión excesivamente crítica de los 70.000 socios del Madrid y de sus millones de seguidores? Pues no. El Madrid está tercero... porque los demás también lo están haciendo muy mal este año. El Barça, la temporada pasada en esta jornada llevaba, siendo líder también, diez puntos más que ahora. Sinceramente creo que deberían declarar la liga desierta porque está resultando un espanto.
Ahora con la cercanía del Madrid al líder, muchos seguidores están asustados ¿Qué hay desear: perder la liga, ver como se la lleva otro, o ganarla... y correr el riesgo de aguantar otro año a Capello? Paco González asegura en la SER que está cesado a final de temporada pase lo que pase (o que se va él y cobrando al menos un año más). Pero vete tú a saber. A Calderón lo mismo le da por sacar pecho y no reconocer con humildad (y sabiduría) su error al traer al cantamañanas italiano.
Y no solo es cómo juega el equipo es el espectáculo bochornoso que da desde llegó el italiano. Los fichajes de verano: Cannavaro un jubilado (al ganar el Mundial anunció su retirada) que ha venido a España a vivir unas vacaciones pagadas (como los jubilados alemanes en Palma de Mallorca), Emerson, un mediocre futbolista que además está también al final de su carrera, Diarrá, un trotón sin clase que ha sido el cuarto fichaje más caro en la historia del Madrid,...
O cuando prohibió la venta de Ronaldo por 18 millones de euros, diciendo que era imprescindible y luego cuando perdió en Navidad contra el Deportivo para despistar culpó a Ronaldo... que era suplente y forzó su venta-regalo por 7 millones de euros a un rival directo en la Copa de Europa como es el Milán. Y para rematar, tras la operación cena con Galiani, el director general del Milán que había insultado públicamente al presidente Calderón unos meses antes.
O cuando permitio a Emerson negarse a salir a jugar porque se "enfurruñó" porque solo faltaban diez minutos del partido contra el Bayern (por cierto, tiempo en que el Bayern marcó un gol que a la postre le costaría la eliminaciónal Madrid). Incluso mintió tomándonos por bobos a los que vimos las imágenes en la televisión, para evitarle una sanción a su amigo.
O cuando inisiste en alinear a Cannavaro, otro amigo, a pesar de su pésimo rendimiento. He leído que Cannavaro juega porque es el chivato de Capello en el vestuario y le cuenta inmediatamente todo lo que se habla en él.
O cuando Guti resultó lesionado en un entrenamiento y mientras se iba, cojeando, para ser atendido por los médicos, le ordenó seguir en el campo hasta que él le diese permiso. Igualito que lo que hizo con Emerson.
Capello es un auténtico mamarracho, un dictador de pacotilla, sin autoridad aunque con autoritarismo. De hecho la prensa ha dicho que la leve mejoría del Madrid tiene que ver con que los jugadores se están autogestionando y pasan de él. Cosa que Calderón jamás reconocerá. Pero hay un cierto aire a que es verdad.
Y al final ¿qué queda? Pues al año que viene habrá que recomponer de nuevo la plantilla y empezar de cero.
¿Para qué sirve jugar bonito? dicen. Menotti hace años ya contestó con otra pegunta: ¿Y para qué sirve el fútbol? No nos da dinero, no nos da ningún beneficio material. Sirve para divertirnos, para ilusionarnos, para emocionarnos. Por eso un futbol que no emociona, divierte ni ilusiona no sirve para nada. Aunque al final y de rebote se gane.
miércoles, 11 de abril de 2007
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1 comentario:
Bueno me has ocado un tema que como a todo madridista que siente los colores son saca de nuestras casillas.
Desde mi opinión el que se cargo el equipo fue el anterior presidente desde que despidió a Vicente Del Bosque, porque no ha sabido traer un entrenador que trabaje y haga sentir a los jugadores el escudo que llevan.
Han logrado que muchos aficionados ya no veamos el fútbol, ni sintamos ilusión cuando ganan un partido. Aunque al final haya un milagro y ganen la liga el triunfo no lograremos saborearlo.
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